Como con todos los sofás más discretos, la elección de los colores y materiales agrega el verdadero carácter visual a Raphael. A esto se suma la flexibilidad de la composición y la posibilidad de personalizar las dimensiones y funciones.
La estructura que roza el suelo, la forma geométrica y el detalle de las costuras abiertas en los cojines y reposabrazos hacen de este sofá una adición contemporánea a cualquier ambiente, asegurando al mismo tiempo que siga siendo un clásico absoluto.